martes, 19 de abril de 2011

CONOCETE A TI MISMO

Sobre el frontispicio del Museo Nacional de Antropología en Madrid, se lee: "NOSCE TE IPSUM", que quiere decir, " conócete a tí mismo." Esta expresión, colocada así en el museo, invita al hombre a conocer su evolución, historia, y desarrollo del ser humano. Una visita que nos da la idea de adentrarnos en tiempos muy remotos donde nos quedamos perplejos por los cambios que apreciamos en la evolución del ser humano, en su forma de vida, costumbres y desarrollo físico. Pero en esta pincelada, la orientación que quiero darle a tal máxima, no es indagar sobre nuestros antepasados, sino sobre nosotros mismos, por lo que pareciera una simpleza que a uno se le dijera " conócete a tí mismo." ¡ Quién mejor que uno para conocerse a sí mismo!. Sin embargo, lamentablemente, los hechos nos dicen lo contrario. Hay personas que no se conocen.  Todo lo que quieren hacer, las decisiones que deben tomar, lo que quieren decir, lo someten a la consulta de un amigo, de un familiar, o bien de un psicólogo. Están desorientados. ¿ Es tan alienante la sociedad moderna que no nos permite ver nuestro interior? ¿ Tenemos tanto trabajo que no nos deja ordenar nuestros pensamientos?. Dice la historia que algunos emperadores romanos habían escrito en el fondo de los platos en los que comían, la inscripción antes dicha: "nosce te ipsum", de tal forma que les era un recordatorio permanente sobre ellos mismos. Hoy en día mucha gente no se detiene a pensar en lo que hacen, en lo que quieren,  cómo deben enfrentar las situaciones adversas, cúales son las prioridades de su vida, en resumen, no se conocen. Ante un ataque de ansiedad buscan el reposo médico para no ir al trabajo; ante un agotamiento por stres se va al médico o psicoanalista a quien se le echa la historia de una situación que no soportamos, y que él por lo que le contamos nos da sus consejos y nos señala la ruta de un determinado comportamiento. No estoy en contra de ese proceder, ni de los profesionales que obtuvieron una carrera por la que orientan y ayudan en la solución de muchos problemas. Señalo solamente que el hombre debe examinarse a sí mismo, estudiar su vida, sus actitudes, fijarse objetivos, ver las prioridades que le son fundamentales y tomar decisiones aunque arañen y rasguen sus venas. Saber el cómo, dónde, cuándo y para qué toma esas decisiones, es el gran reto y la  sabiduría del hombre. Alguien dijo: " si no has visto a donde quieres llegar, a ningún lado llegarás". Hay que alejarse un poco del mundanal ruido y pensar más en uno mismo;  meditar, recogerse, estudiarse,  como lo expresa la profunda sentencia de   Heráclito ( filósofo griego 575-480 a.  de C)  :  " me he investigado a mí mismo". Maravillosa filosofía que puede hacer posible que muchas preocupaciones y dolencias que aquejan al hombre, encuentren en uno mismo la respuesta certera que le impulse a luchar por lo que quiere y creer en la hermosura de sus sueños que se pueden hacer realidad. Conócete a tí mismo y triunfarás.

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