GRATOS RECUERDOS
La globalización se extiende a pasos agigantados, por lo que en cualquier lugar, país o continente encontramos algo que formó parte de nuestro entorno y que nos trae los más agradables recuerdos. Que satisfacción sientes cuando fuera del terruño se encuentra algún detalle de la historia patria, el homenaje hecho a un personaje ilustre, el recuerdo del nombre de la ciudad que le vio nacer, los lugares donde se quedaron jirones de la vida de uno. Y es que ese sentimiento patrio se lleva muy adentro que sale a flote en muchísimas oportunidades. Al estar fuera del hogar se aprieta el pecho cuando ves la bandera tricolor, ¡ mira la bandera de Venezuela ! Qué alegría se siente. Presencié en la Plaza de la Armería en Madrid, junto al Palacio de Oriente, el desfile de los conjuntos orquestales de los diferentes cuerpos del ejército español celebrados en forma anticipada con motivo del día de la fiesta nacional 12 de octubre. Y allí, entre los aplausos, los vítores, los piropos de majos y pañuelos al aire, sobresalieron varias banderas venezolanas. Fue emocionante.
¿ Has visto la Iglesia de la Parroquia San José situada en la Calle Alcalá, Madrid ? Es bonita, con grandes retablos y buenas decoraciones, es digna de visitar. En su interior hay una gran lápida que trae el recuerdo de un pedazo de historia. El Estado Venezolano la dedica en memoria del matrimonio celebrado en la Parroquia San José, entre Simón Bolívar y la madrileña María Teresa Rodríguez del Toro y Alaisa. Cuando la lees sientes algo, es un homenaje silencioso, un grito interno pero de júbilo al padre de la patria. Hay cierta reserva sobre el hecho de dónde estaba ubicada esta Iglesia de la Parroquia San José, ahora sita en la calle Alcalá. Según la historia la Parroquia San José estaba ubicada en la confluencia de las calles Luis de Góngora Nº 2, con calle Gravina, con la cual hace esquina. En la fachada del edificio que da a la calle Gravina, hay una placa que dice así:" El 26 de mayo de 1802, en la Parroquia de San José que se levantaba en el solar que ocupa esta casa, Simón Bolívar contrajo matrimonio con María Teresa de Toro. Mayo de 1969". Es un detalle, pero es grato recuerdo por tratarse de un hecho que se enmarca en la historia de la patria. Por otra parte, en el Parque del Retiro de Madrid hay una estatua del poeta venezolano Andrés Eloy Blanco, está rodeada de un pequeño jardín. ¡ Qué recuerdos me trae este gran poeta !. No puedo olvidar el interés que despertó en mis años de estudio sus poemas llenos de ternura y de conocimiento de su pueblo. Qué hermoso su poema " Píntame Angelitos Negros:
si quieres pintar tu cielo,
cuando pintas angelitos
acuérdate de tu pueblo,
y al lado del ángel rubio,
y junto al ángel trigueño,
aunque la Virgen sea blanca,
píntame angelitos negros".
Y aquella otra de carácter más popular " La Loca Luz Caraballo", de Chachopo a Apartaderos, de los Andes cuando dice:
" Cinco años que no te escribe,
diez años que no lo ves,
y entre golpes y traspiés,
persiguiendo tus ovejos,
se te van poniendo viejos
los deditos de tus pies."
Hay también otros lugares que despiertan emociones. En el Parque del Oeste, Madrid, hay una estatua ecuestre del Padre de la Patria. Es grande, magnífica, sobre un gran pedestal de granito, rodeada de jardín y árboles. Me llaman la atención dos leyendas en bronce que miden la grandeza de hombre universal al cual van dirigidas " SIN ÉL LA HISTORIA DE LA HUMANIDAD HUBIESE QUEDADO INCOMPLETA. (Miguel de Unamuno.), y " VUESTRA GLORIA CRECERÁ CON LOS SIGLOS, COMO CRECE LA SOMBRA CUANDO EL SOL DECLINA" (José Domingo Choquehuanca). Y en el clásico barrio Chamberí de Madrid, encontramos la Calle Caracas, cuya historia nos dice" que lleva el nombre de la capital de Venezuela, no como era de pensar y desear por un recuerdo romántico de la antigua metrópoli hacia la patria de Bolívar, sino porque el que construyó las primeras casas de esta calle era un almacenista de géneros de ultramar, que fue concejal diferentes veces y dedicó aquel tributo de enternecimiento a la tierra que le proveía de cacao para sus chocolates" ( Las Calles de Madrid. Pedro de Répide, 5ª edición). Pero sea como fuere es muy grato recordar a la cuna del Libertador, a la que el gran poeta Juan Antonio Pérez Bonalde llamó la de los techos rojos en su poema Vuelta a la Patria.
Es algo que se lleva por dentro y que el tiempo no lo borra. Estamos a las puertas de Navidad y el recuerdo del aguinaldo no hace esperar:" ¡ suenen los furrucos,
suenen las maracas,
que al Niño le traigo
ciruelas y hallacas !".
Feliz Navidad.
Emilio A. Echeverría Iriarte
cuando pintas angelitos
acuérdate de tu pueblo,
y al lado del ángel rubio,
y junto al ángel trigueño,
aunque la Virgen sea blanca,
píntame angelitos negros".
Y aquella otra de carácter más popular " La Loca Luz Caraballo", de Chachopo a Apartaderos, de los Andes cuando dice:
" Cinco años que no te escribe,
diez años que no lo ves,
y entre golpes y traspiés,
persiguiendo tus ovejos,
se te van poniendo viejos
los deditos de tus pies."
Hay también otros lugares que despiertan emociones. En el Parque del Oeste, Madrid, hay una estatua ecuestre del Padre de la Patria. Es grande, magnífica, sobre un gran pedestal de granito, rodeada de jardín y árboles. Me llaman la atención dos leyendas en bronce que miden la grandeza de hombre universal al cual van dirigidas " SIN ÉL LA HISTORIA DE LA HUMANIDAD HUBIESE QUEDADO INCOMPLETA. (Miguel de Unamuno.), y " VUESTRA GLORIA CRECERÁ CON LOS SIGLOS, COMO CRECE LA SOMBRA CUANDO EL SOL DECLINA" (José Domingo Choquehuanca). Y en el clásico barrio Chamberí de Madrid, encontramos la Calle Caracas, cuya historia nos dice" que lleva el nombre de la capital de Venezuela, no como era de pensar y desear por un recuerdo romántico de la antigua metrópoli hacia la patria de Bolívar, sino porque el que construyó las primeras casas de esta calle era un almacenista de géneros de ultramar, que fue concejal diferentes veces y dedicó aquel tributo de enternecimiento a la tierra que le proveía de cacao para sus chocolates" ( Las Calles de Madrid. Pedro de Répide, 5ª edición). Pero sea como fuere es muy grato recordar a la cuna del Libertador, a la que el gran poeta Juan Antonio Pérez Bonalde llamó la de los techos rojos en su poema Vuelta a la Patria.
"¡Caracas allí está; sus techos rojos,
su blanca torre, sus azules lomas,
y sus bandas de tímidas palomas
hacen nublar de lágrimas mis ojos!
Caracas allí está; vedla tendida
a las faldas del Ávila empinado
Odalisca rendida
a los pies del Sultán enamorado."
¡ Qué maravilla !.¡ Que recuerdos de la tierra que cobijó a uno tantos años !.
suenen las maracas,
que al Niño le traigo
ciruelas y hallacas !".
Feliz Navidad.
Emilio A. Echeverría Iriarte